martes, 27 de enero de 2009

Jalá Tinto


Les recomiendo probar este vino mexicano de gran calidad, en lo personal me encantan los vinos mexicanos y éste no es la excepción, salud!

Jalá

Bodega: Bodegas Tres Valles S.A.
D.O./Zona: Valle de Guadalupe
País: México
Tipo de vino: Tinto con crianza
Graduación (% vol): 13.5
Varietales: Mezcla de Cabernet y Grenache Noir. Uva procedente de Valle de Guadalupe y de Valle de San Vicente de Ferrer.
Elaboracion: Elaborado en la propiedad utilizando Roble muy usado que no transmitiera sabores intensos, mas bien neutrales, por 15 meses.
Precio aproximado: 300 pesos mexicanos

Nota de cata
Tinto moderado, con consistencia media y buenas piernas. En boca apreciamos un olor a cerezas, ligero especiado como vainilla y un ligerisimo tostado. En boca un sabor equilibrado, no muy tanico, con sabores a fruta y madera muy leve. Color brillante...

jueves, 22 de enero de 2009

Para vivir más: Vino, chocolate y ejercicio...


Según la Biblia, Matusalén llegó a la madura edad de 969 años. El récord de longevidad moderno lo tiene Jeanne Calment, de Arles, Francia. Nacida el 21 de febrero de 1875, murió 122 años y cinco meses después, en agosto de 1997.
La expectativa de vida promedio del hombre estadounidense nacido en 2005 es de 75.2 años, 80.4 para la mujer, de acuerdo con el Centro de Control de las Enfermedades. Así que pocos pueden esperar vivir tanto como Calment.

Pero si seguimos el consejo y el ejemplo de dos prominentes miembros del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, podríamos esperar añadir entre 10 y 15 años a nuestro tiempo de vida.

El doctor Joseph Maroon, de 68 años, es vicepresidente de cirugía neurológica de la universidad, neurocirujano de los Acereros y triatleta que ha completado la competencia Ironman en Hawaii (4km de nado, 180 km de ciclismo y una carrera de 42 km) dos veces, la más reciente en octubre pasado.

La doctora Vonda Wright es cirujano ortopedista y directora de la Iniciativa sobre Desempeño e Investigación para Atletas del Centro de Medicina Deportiva de la universidad. Ha corrido el maratón de Chicago tres veces, y compite frecuentemente en carreras más cortas.

Maroon y Wright han escrito libros para describir cómo podemos vivir más tiempo, o al menos más saludables. En "El factor longevidad", Maroon explica que ciertas sustancias de los alimentos activan un conjunto específico de genes en los humanos que nos hacen más saludables y vivir más tiempo.

En "Acondicionamiento físico después de los 40", Wright explica por qué el ejercicio es tan importante para alejar a las enfermedades, describe ejercicios simples que cualquiera puede hacer en casa sin equipo especial, y ofrece consejos especiales para quienes sufren de artritis.

Aproximadamente 30% de la longevidad es determinada por nuestra conformación genética, y estamos programados para desgastarnos después de cierto tiempo, indicó Maroon. Pero alrededor de 70% de lo que consideramos como envejecimiento es determinado por nuestros hábitos dietéticos y de ejercicio.

"Su cuerpo cambiará debido a la biología del envejecimiento, pero sin el devastador efecto del uso inadecuado, podemos mantenermos extraordinaruamente rápidos y funcionales al tiempo que envejecemos", señaló Wright. "Muchos de los cambios popularmente asociados con el envejecimiento son menos resultado de la biología y más resultado de las decisiones sobre nuestro estilo de vida que tomamos al envejecer".

Unos cuantos buenos hábitos pueden contrarrestar algunos malos. Calment atribuyó su larga vida y buena salud a su costumbre de dar largas caminatas casi todos los días y al hecho de tomar una o dos copas de vino tinto cada noche.

Usó una bicicleta hasta que cumplió los 100. Pero también fumó hasta los 117, y consumía poco menos de un kilo de chocolate cada semana.

Maroon aborda la "paradoja francesa" en su libro. Los franceses consumen bastante más grasas que los estadounidenses y sin embargo su tasa de ataques cardiacos es la mitad de la de Estados Unidos, y tienen menos gente obesa.

Comer el tipo correcto de chocolate (en cantidades inferiores a las ingeridas por Calment) puede ser bueno para la salud, explicó. Pero lo que es particularmente beneficioso es el vino; contiene una sustancia llamada resveratrol, que activa en humanos genes que alientan la supervivencia.

Sus investigaciones lo han convencido de tomar una o dos copas de vino tinto todos los días. Pero advirtió que el límite deben ser dos copas para el hombre promedio y una para la mujer.

Si se toma más que eso, los efectos nocivos del alcohol sobrepasan los efectos beneficiosos del resveratrol.
"Hablamos de la compresión de la morbilidad", precisó Maroon. "Queremos vivir bien por mucho tiempo, y morir rápidamente". (Traducción: Gregorio Narváez).

Con información de EL UNIVERSAL.

domingo, 11 de enero de 2009

Vinos Mexicanos y Crisis


Los efectos de la crisis económica no golpearán en el consumo de vinos en México durante estas fechas decembrinas, coinciden vitivinicultores y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

Luis Cetto, presidente de la Asociación Nacional de Vitivinicultores, afirmó que pese al escenario, las ventas de vino en el País no han bajado, aunque sí detectaron un cambio en el lugar de consumo al pasar de los restaurantes a los hogares.

"El panorama podría cambiar en los primeros tres meses del próximo año, pero en estas fechas el consumo se mantendrá. También estamos observando transferencia de consumo del restaurante a la casa", dijo.

Agregó que los vitivinicultores están optimistas para el cierre de año, ya que siguen presentando avances, sin embargo, previó varios escenarios.

"Si el tipo de cambio se registra por encima de los 12.50, existirán oportunidades para continuar creciendo a un paso más rápido, si regresa a los 11 pesos, habrá desarrollo a ritmos menores. La definición estará en los próximos 3 meses, cuando se observe el camino de las importaciones", comentó Cetto.

El último sondeo que realizó la Profeco en el consumo de vinos, se detalla que el gasto promedio de los mexicanos en estas fechas es de 200 pesos al mes para 3 botellas de vino y que principalmente lo compran en tiendas de autoservicio y vinaterías para disfrutarlo en casa.

Al respecto, Cetto previó que esta tendencia se mantendrá y comentó que el reto será mantener los ritmos e innovar a base de la creatividad.

"La creatividad, no nada más en nuestros vinos, si no en la forma en que presentamos ante nuestro consumidor, va ser tiempo de estrechar nuevos lazos y fortalecer los que tenemos y difícilmente veo un sustituto natural o directo del vino, si tomamos en cuenta la complementariedad que el mismo hace con los alimentos", dijo.

El sondeo de Profeco muestra que el 38 por ciento de los mexicanos que consumen vino lo hacen con alimentos y que el 31 por ciento bebe el vino por gusto o por ocasiones especiales.

Y también muestran que prefieren los vinos importados el 30 por ciento prefiere los vinos de origen chileno y el 22 por ciento a los vinos mexicanos.

En este factor, es donde los vinos mexicanos pueden ganar o perder ante la crisis.

Fuente: GRUPO REFORMA

miércoles, 7 de enero de 2009

Feliz año 2009

Queridos lectores, les deseamos un año 2009 lleno de cosas buenas y esperamos que contemos con su preferencia.

Un abrazo

domingo, 21 de diciembre de 2008

Vinos para fin de año

Amigos, les recomiendo algunos vinos para las fiestas de fin de año, ojalá que les gusten:
  1.  Afincado, Malbec, Argentina. 
  2.  Acrata, variedad de uvas, México. 
  3. Emblema Blanco, 2007, México (Blanco)
  4. Freixeneit Cordon Negro
  5. Freixeneit Carta Nevada
  6. Nicolás Catena, Malbec, Argentina.
  7. Rousemount Estate, Shiraz, Australia.
  8. Pagos de Carraovejas, España.
 

jueves, 18 de diciembre de 2008

El cambio climático afecta el vino...


Hola Amigos, hoy decidí compartirles este artículo que leí y me parece muy interesante, les deseo unas felices fiestas y mis mejores deseos para el 2009.

Las uvas sí saben de cambio climático. Este cultivo que desde tiempos bíblicos acompaña al hombre está empezando a sufri cambios que podrían hacerse mayores.
Los bodegueros de las 27 regiones vinícolas del planeta han emprendido hace años una lucha sin cuartel contra el calentamiento, que ya afecta gravemente a las cosechas y calidad de los vinos.

Un sector que cultiva ocho millones de hectáreas en el mundo, que produce la escalofriante cifra de 282 millones de hectolitros de vino, y que factura decenas de miles de millones de euros está claramente preocupado. Busca con tesón alternativas para adaptar las especies de uvas y las formas de cultivo a los impactos del cambio climático.

En España también ocurre lo mismo. En un reciente congreso de comunicación ambiental celebrado en Córdoba, organizado por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), se celebró una mesa redonda bajo el título Vino y cambio climático. Tres científicos pusieron sobre la mesa las alarmantes dificultades que está creando el calentamiento global en un cultivo que depende completamente del clima.

«La vendimia se ha adelantado de media 11 días en los últimos 20 años», afirma Pancho Campo, presidente de la Academia del Vino y del Congreso Mundial de Cambio Climático y Vino. Este experto, que acaba de ser nombrado el primer español Master of wine, asegura que ese acortamiento de la etapa de maduración de la uva provoca que cuando alcanza el grado alcohólico adecuado aún no ha madurado fenológicamente el fruto.

Como resultado sube el grado alcohólico y baja la acidez, que es precisamente lo que da al vino su poder de longevidad y la estabilidad microbiana. «Un vino de estas características tiene más riesgo de contaminarse microbianamente», señala.

El cambio climático está modificando los patrones de las plagas del viñedo: bacterias, hongos y virus que el frío controlaba naturalmente empiezan a desconsolarse. Lo saben los vinateros de California, donde ha aparecido la enfermedad de Pierce, letal para la viñas. El contagio lo realiza la chicharra alas de cristal que ha saltado de Texas al norte de California gracias a la subida del termómetro.
«La añada no es otra cosa que la influencia de la meteorología en cada cosecha anual. Si cambia el clima la maduración de la uva se modifica y por tanto el vino», resume Vicente Sotés, catedrático de Viticultura de la Universidad Politécnica de Madrid y presidente del Grupo de Expertos en Medio Ambiente Vitícola y Cambio Climático.

Calor excesivo
Las previsiones que manejan los viticultores de esos ocho millones de hectáreas de viñedos son una subida de temperaturas de 2ºC antes de 2050, cifra en la franja moderada de los análisis del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) de la ONU. También habrá cambios en el régimen de lluvias, en el incremento de la frecuencia de fenómenos extremos meteorológicos, en la concentración de CO2 y en la radiación ultravioleta. El viñedo tendrá que resistir a la intemperie todos estos fenómenos o sucumbirá.

«Mientras tanto, los viticultores tendrán que adaptar sus cultivos a los cambios que vayan registrándose en su región: buscar la variedad adecuada ligada a la identidad del vino, evitar la maduración rápida, modificar con técnicas de cultivo el calor excesivo en el racimo, un uso distinto del riego y nuevos productos de tratamiento de la planta», señala Sotés.

Este experto descarta como método adecuado la deslocalización de los viñedos hacia zonas más septentrionales y de más altitud, puesto que en las montañas ya no queda terreno libre sin pendientes muy acusadas y ciertas variedades no funcionan en otros climas. Añade que un nuevo viñedo tarda mucho en ser maduro y producir.

Ahí es nada la que se les ha venido encima a los bodegueros con el cambio climático. «Más aún si quieren que sus caldos mantengan la calidad que lograron tras generaciones de esfuerzo y dedicación a los cultivos familiares», señala Fernando Zamora, profesor de la facultad de Enología de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona.

Este enólogo divide a la uva en sus tres componentes principales para hacer vino: la pulpa, de la que se obtiene el mosto; la piel, de la que viene el color y los taninos; y la semilla, que da también los taninos.

«Como el enólogo debe vendimiar cuando la pulpa madura, el resto de la uva está verde todavía y entonces el vino tiene sabores herbáceos, sin gracia». «El mercado pide color, taninos no amargos ni herbáceos ni astrigentes y poco grado alcohólico, y esto es precisamente lo que dan las uvas actuales», apostilla Zamora.

Aunque han sido prácticas indeseables y prohibidas hasta ahora, Zamora cree que se tendrá que recurrir a nuevas tecnologías como la de ósmosis inversa con membranas para rebajar el alcohol, y a la columna de intercambio catónico o la electrodiálisis para aumentar la acidez de los caldos.

«Ante el cambio climático, es necesaria una nueva cultura del vino», concluye Pancho Campo en una de esas frases que tanto disgustan a los antiecologistas. Se refiere a los cambios que habrá que introducir para adaptarse al calentamiento. Por ejemplo, en las botellas, que pesan y cuestan energéticamente. O en el tapón, puesto que los nuevos sintéticos gastan energía y se emiten CO2, mientras que el corcho natural lo absorbe... Así que, a plantar millones de alcornoques.

Con información de www.elmundo.es

domingo, 14 de diciembre de 2008

Buena Tierra y Mejor Clima, indispensables para un buen Vino


Conseguir un buen vino no es una tarea sencilla. Al margen de los conocimientos que se le suponen a los responsables de cualquier bodega que pretenda poner en el mercado caldos de gran calidad -dada la competencia existente-, resulta imprescindible contar con una buena tierra donde plantar los viñedos y que ésta tenga como mejor compañero de viaje un clima propicio para el desarrollo y maduración de la uva.
El origen siempre está en la tierra. De aluvión, de cascajo, seca, desparramada, entremezclada con piedras que a veces parecen hostiles. Desde allí empieza un proceso que durará años mientras las raíces se hunden en el suelo buscando agua y nutrientes mientras la mata mira al cielo, pendiente del sol, el aire, la lluvia y el frío, que harán el resto.
Despacio, como se producen los milagros sutiles. Una viña excelente no se improvisa; necesita un periodo de adaptación y aprendizaje, perforando el suelo en busca de su vida. Envejece y retuerce sus sarmientos haciéndose sabia. Se la puede tentar con crecimientos ficticios, pero la educación no será la misma: si se le da agua sin esfuerzo, no la buscará en el subsuelo y sus raíces se harán perezosas. Si se la protege inadecuadamente del sol brutal del verano el azúcar no alcanzará la proporción adecuada. A la viña hay que vigilarla, darle cariño y atención, pero no se le pueden aliviar los esfuerzos porque el sacrificio es condición de su excelencia. Si el bodeguero llega a conseguir el milagro de un vino excepcional, será el resultado de una elección sosegada del terreno, de la incorporación de viñas viejas o de la paciencia para que las jóvenes maduren. El resto es siempre la incertidumbre de si, dadas todas las condiciones, el resultado será finalmente el prodigio.
Los vinicultores son coleccionistas de sueños. Ahora los bodegueros se han dado cuenta de que necesitan que los amantes del vino también se acerquen a la tierra. En La Rioja, por ejemplo, han dado espacio para que la arquitectura siembre también su impronta al lado de las viñas porque la fusión de la ingeniería con la naturaleza promociona la creencia de que el vino necesita tiempo. Un caldo atrapado en una botella es una promesa largamente formulada desde que se plantó la cepa, se vigiló su crecimiento, se cataron las primeras uvas y se fermentó el mosto con talento hasta esperar que la barrica y el tiempo decidieran. Hay años que no se sabe por qué el resultado es un fiasco, y en otros, la sorpresa se convierte en una luz que no se apagará hasta que la oxidación casi imposible sortee el corcho y se infiltre en la botella.
El hombre, no ha dejado de buscar la perfección que se esconde, encerrada, en el interior de una botella. El reto de la vida es descubrir ese misterio.