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viernes, 3 de abril de 2009

Tips para cocinar con vino


Cocinar con vino es una tarea recurrente en algunas personas, recomiendo algunos tips para que nos salga muy bien este ejercicio:

1. Cuando vaya a cocinar con vino, elija hacerlo con el mismo vino que después servirá en la mesa. Asegúrese de que su calidad sea suficiente como para servir el resto en copas.

2. Si cocina pescado o pollo, es mejor preparar una salsa de vino blanco, siempre hay excepciones claro está, como con el salmón, pero tenga en cuenta que a pesar de lo que digan, cualquier pescado carnoso y fuerte va muy bien con salsa de vino tinto.

3. Recuerde que el pescado suave, y tierno, debe prepararse en salsa de vino blanco.

4. Los vinos tintos se funden muy bien en salsas para servir con carnes rojas.

Estas son algunas recomendaciones generales y espero que les sean de mucha utilidad. Saludos.

lunes, 30 de marzo de 2009

Maridaje de algunos postres...


Amigos, hoy decidí compartirles notas que tengo acerca del maridaje de algunos postres, en ocasiones queremos acompañarlos con algún tipo de vino o licor, es por ello que aquí dejo algunas recomendaciones, saludos.

Helados cremosos
Dulces de Pedro Ximénez y Monastrell, cavas y champagnes semisecos.

Sorbetes
Cavas secos y champagne brut. Dulces de Moscatel, Riesling y Gewurztraminer.

Postres con chocolate
Oportos tipo Tawny, tintos dulces de Monastrell y Garnacha. Jerez muy añejo, tipo oloroso dulce.

Cremas y flanes
Blancos dulces de Moscatel, Malvasía, Riesling. Cavas y champagnes semisecos.

Tartas de frutas
Cavas secos y champagne brut o semisecos. Blancos dulces de Moscatel, Gewürztraminer y Malvasía.

Postres de queso
Jerez dulce de larga crianza (Pedro Ximénez, Olorosos dulces, Cream), oportos tipo Tawny.

Frutas tropicales
Cavas y champagne blanc de blancs (de Chardonnay), blancos semisecos de Moscatel y Malvasía.

Pastelería
Jerez dulce (Pedro Ximénez, olorosos), Oportos vintage (de añada) o tipo tawny. Cavas y champagne semisecos.

No hay alianza más estrecha que la del Moscatel con la crema quemada: el cuerpo untuoso y forrado del vino se envuelve en la crema, aportando su elegante acidez frutal al dulzor de la natilla. Pero un Pedro Ximénez añejo puede mejorar esta sinfonía, con las notas especiadas de la madera de crianza que se unen sutilmente al caramelo quemado.

También los vinos tienen su lugar de honor en los postres. Y no creo que exista mejor acompañamiento que un buen vino tinto para unas tarteletas de queso. Las fresas de bosque, rociadas con un buen Pinot Noir, encuentran su complemento perfecto si están bien maduras en los aromas frutales del vino tinto.

No olvidemos la maravillosa sintonía de las fresitas silvestres, maceradas en champagne seco o semiseco. Una sublime alianza puede en contra incluso en los grandes champagnes de añada, sobre todo cuando tienen la brillante elegancia de la Grande Dame. Pero busquemos también la experiencia insólita con un añejo Rosé Veuve Clicquot- una perfecta alianza de colores- que parece nacido para llevarse con una cesta de fresas.

Las notas cítricas de un Riesling sobremaduro pueden armonizarse con la textura suave de una tarta tibia de limón.

VINO Y CHOCOLATE
Es común oír por ahí que el chocolate y el vino no se llevan bien,sin embargo los vinos tintos le aportan los sabores a frutas rojas, las especias; los vinos blancos acompañan al chocolate con las frutas blancas y los cítricos y los vinos maderizados le dan un toque especial de madera, vainilla, café, tabaco, etc.

Acompañe un buen chocolate con Malbec, Malbec Premium o Cabernet Sauvignon.

lunes, 23 de marzo de 2009

Maridaje para comida oriental...


Las cocinas orientales (china, vietnamita, japonesa, tailandesa) reclaman el acompañamiento de vinos que respondan a una gama aromática muy especial. Muchas de las alianzas tradicionales pueden aplicarse a estos platos; pero, en general, conviene elegir vinos especiales que ofrezcan el contrapunto preciso a los sabores agridulces, a los sorprendentes contrastes azucarados/salados, y a los aromas de frutas exóticas.

Para acompañar el cerdo con salsa dulce puede ser el Gewúrztraminer alasaciano, vendimia tadía o “selection de grains nobles”. Ambas especialidades se elaboran con uvas pacificadas por la acción de la podredumbre noble; pero en la vendimia tardía se incluyen también algunos racimos que no han sido atacados por el hongo, simplemente madurados al sol. Cualquiera de ellos exhibe una acidez frutal más elegante que la de otros blancos dulces y además, ofrece
deliciosos aromas florales (rosa, jazmín, miel de azahar), exóticos fondos frutales (y matices especiados (vainilla), que se integran maravillosamente en los voluptuosos acordes de la salsa caramelizada.

El tradicional Sauternes, sobre todo cuando es joven, presenta también una buena textura untuosa y los aromas frutales de pomelo y ananás, que se unen sutilmente al pollo con setas, al cerdo cantones, o a los pescados rehogados.

El amontillado de Jerez ofrece un contrapunto elegante a muchos platos orientales (rollos primavera, pollo con almendras o con brotes de soja), pero, cuando se eligen vinos generosos y licorosos al comienzo de la comida, existe siempre el problema de adecuar el paladar para proseguir con vinos de menos graduación, en ese caso, lo mejor es hacer un “entreacto” con un buen caldo de pollo o de verduras, que también son dignas especialidades de la cocina de Oriente.

Con el paladar limpio, podemos ensayar otras alianzas inesperadas de los vinos blancos y los platos asiáticos. Es el momento de probar los arroces con setas, acompañados de Chardonnay de crianza; o las pastas con vinos blancos secos que ofrezcan una buena acidez frutal; o los camarones al curry con un Fransola añejado en fina madera. No hay que olvidar que los buenos rosados Garnacha, tan tradicionales en España, parecen creados para ofrecer el contrapunto ideal a la cocina de Oriente, pero, teniendo en cuenta que el pimiento verde y rojo forma parte sustancial de muchos platos orientales, no hay alianza original y más sugestiva que la de los rosados Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc con el pescado agridulce, con los filetes de lenguado acompañados de setas y pimientos verdes. El Cabernet dAnjou rosado puede resultar, en ocasiones, demasiado dulce. Pero el Santa Digna Rosé chileno nunca defraudará a los que buscan experiencias inolvidables. Los aromas de pimiento verde de la variedad Cabernet, envueltos en perfumes frutales de frambuesa y violeta, exaltados por el fondo voluptuoso de la confitura de moras, se unen fabulosamente a estas salsas agridulces y las envuelven en su tejido de seda.

LA COMPLEJIDAD DE LA COMIDA INDIA:
Debido a las muchas caras que tiene esta cocina, es muy difícil emparejarla; lo mejor es sugerir vinos con poca graduación alcohólica, ácidos y frutales, como pueden ser los Rieslings, Gewürtztraminners, y Chenin Blancs. En tintos, los mejores son los Pinot Noir y los Beaujolais.

COMIDA CHINA
Una clave para acertar con el vino cuando lo emparejamos con platos asiáticos es que a medida que el picante sube, debe bajarse el nivel de alcohol. Hay muchos elementos que considerar en la cocina china, sobretodo por ser una cocina muy regional. La cocina cantonesa apenas utiliza especias, y por tanto un vino de graduación alcohólica alta puede ser óptimo: un Shiraz de Australia, o un Zinfandel o Merlot de California.
El Pinot Noir es perfecto para el pato, sin embargo las especialidades de Szechuan, muy especiadas y picantes, van mejor con blancos secos y tintos afrutados con pocos taninos.

Comida japonesa.
En cuanto a la comida Japonesa, que quizás constituye junto a la China una de las cocinas exóticas más conocidas, cabe afirmar que el vino, en general, no combina demasiado bien con ésta. En cualquier caso, si el comensal no quiere limitarse únicamente al Sake, es adecuado un vino blanco joven afrutado, un Gewürztraminer con sabores poco agresivos y aromas muy sugerentes. También un buen cava o un Blanc de Blancs es otra estupenda opción. La comida China, más dulzona que la anterior, suele combinarse perfectamente con un vino blanco de dulzor medio, como un buen Riesling, aunque a menudo complicado de obtener en un restaurante chino. También un vino no demasiado seco ni dulce es por lo general adecuado. Finalmente, los sabores de jengibre y especiados de este tipo de comida se acompañan bien con vinos blancos aromáticos, especiados y secos, como los que de nuevo ofrece un Gewürztraminer.

COMIDA THAILANDESA.
Mucha gente piensa que la comida tailandesa es picante. En realidad es una interacción de salado, dulce y agrio a la vez en un mismo plato. Por eso es aconsejable un Riesling o un Sauvignon Blanc.

jueves, 12 de marzo de 2009

Algunas Reglas de Maridaje


REGLAS BASICAS PARA BEBER VINOS CON COMIDAS:
1.-Vinos blancos con pescados. (no necesariamente)
2.-Vinos tintos con carnes rojas.

SE ESTABLECE OTRA REGLA:
1.-Beber vinos blancos antes que los tintos.
2.-Beber vino seco antes que el dulce.
3.-Beber vino joven antes que los viejos.

REGLAS ACTUALES QUE SE AGREGAN A LAS BASICAS:
1.-Maridar el cuerpo y las características del vino con la comida.
2.-La riqueza e intensidad del vino con la riqueza e intensidad de la comida.
3.-Maridar la acidez de la comida con la acidez del vino.
4.-Maridar el sabor dulce de los vinos con el sabor dulce de las comidas. (Frutas,
miel, almendras, comidas con pimienta).
5.-Maridar las comidas frías con vinos ligeros.
6.-Maridar las comidas especiadas que llaman al frescor de la comida con carnes
frías y con bebidas frescas si hay dulzor mucho mejor.
7.-Las comidas saladas que se maridan con vinos altos en alcohol y que tienden a
ser dulzones darán como resultado cierto amargo.

martes, 24 de febrero de 2009

El Maridaje...


El Maridaje. Aunque el vino y la comida se llevan de la mano, hay sus excepciones, que afortunadamente, son los menos. De esa manera podemos estar seguros que hay muy pocas combinaciones de vino y comida que resultan totalmente incomibles, así de la misma forma hay diferentes combinaciones para un platillo, o para un vino.

El primer paso y el más elemental es el color, así es fácil combinar las carnes blancas con los vinos blancos y las carnes rojas con los vinos tintos, pero no todo es así de fácil, un Beaujolias-Villages resulta muy ligero para un filete a la pimienta y por otro lado un Chardonnay australiano con barrica puede dominar a un róbalo a la plancha.

Hay que fijarse en la textura, el peso y los aromas. Si tenemos un platillo con demasiado sabor, necesitamos un vino con cuerpo, mientras que para los platillos ligeros y delicados se necesitan vinos ligeros.

Para tener una mejor idea de la textura hay que hacer la prueba de beber un vino blanco ligero con un filete de textura consistente, o por el contrario beber un vino tinto carnoso con la textura delicada de un lenguado.

En algunas ocasiones la salsa es especialmente agridulce o muy reducida y concentrada, hay que ponerle atención al resultado de la combinación con el ingrediente principal y así tratar de buscar el vino con el justo equilibrio. Otras veces la guarnición puede ser de un gusto muy dulce que contrasta con el principal, así que en ocasiones tendremos que hacer caso omiso de la guarnición para lograr un mejor equilibrio.

La acidez en los vinos nos ayuda a combinar platillos especialmente dulces, un sabor muy dulce necesita acidez para que no resulte empalagoso, los platillo salados necesitan también de cierta acidez, así mismo los platos de sabor ácido necesitan de una ligera acidez para combinar; la acidez nos ayuda en mucho para los platillos grasosos así como para las ensaladas frescas, hay que recordar que la acidez, en un nivel aceptable, le imprime frescura al vino. No necesariamente estamos hablando de un vino solo contenga acidez, no hay que olvidar que deben tener equilibrio en sus componentes porque un vino única y totalmente ácido va a resultar muy desagradable con o sin alimentos.

Por otro lado los vinos dulces son casi exclusivos de los alimentos dulces, como por ejemplo los vinos dulces de postre, obviamente para los postres, pero sin embargo hay un maridaje en especial que combina un vino de Sauternes con Foie Gras, o el equilibrio que logran un Oporto con queso Roquefort o Stilson. Los maridajes que nunca fallan son los de los vinos de la región con la comida de la región, de esa forma en la región de Sauternes acostumbran a comer con vinos dulces

Como resumen podemos decir que para un platillo de sabor y textura fuerte, necesitamos un vino con cuerpo y crianza en barrica, mientras que para platillos con sabores ligeros y texturas delicadas hay que procurar servir vinos ligeros y de textura suave. En el caso de que no contemos con el vino adecuado para casar nuestros alimentos, no pasa gran cosa, solamente que el vino pueda dominar al platillo o viceversa, pero definitivamente no nos vamos a enfermar ni vamos a hacer el ridículo, pero hay que tener en cuenta que el mejor maridaje es con los vinos que mas nos gusten, independientemente de los alimentos que consumamos en esa ocasión.

Quesos

Al contrario de lo que se piensa, los vinos blancos son los que mejor se llevan con los quesos, los quesos grasos combinan perfectamente con los vinos blancos frescos, mientras que los quesos fuertes hay que casarlos con vinos dulces.

Queso Brie y Camembert con vinos tintos jóvenes.
Quesos azules fuertes con vinos dulces o tintos de Chateaneuf-du-Pape.
Queso Stilton con Oporto.
Queso Roquefort con Sauternes.
Queso Gruyere con blancos jóvenes y afrutados o con tintos ligeros.
Queso Holandés con vinos de Cabernert Sauvignon.
Queso Manchego con vinos españoles de crianza.

Pescados

Los pescados tiene algo de cierto en no maridar con los vinos tintos, los pescados de carne blanco y sobre todo los mariscos pueden hacer que los vino tintos, y aun mas los que tienen buena estructura tánica, tengan un sabor metálico que resulta desagradable, por otra parte estos platillos generalmente se acompañan con limón, por lo que resulta mas fácil combatir la acidez del limón con los vinos blancos.

Pastas

En lo que se refiere a las pastas hay que tener en cuenta que lo que les da el sabor es la salsa, así que ahí es donde hay que fijarse, generalmente una salsa de carne y tomate va con los vinos de buen cuerpo, mientras que con las pastas cremosas es preferible beber un buen Chardonnay con barrica.

Carnes

En lo que se refiere a las carnes es un poco más sencillo y lógico, mientras más fuerte sea el sabor de la carne combinada son la salsa, se necesitara de un vino con mas fuerza, y en lo contrario, disminuyen en intensidad.
El problema con esto podría ser las salsas por lo cual hay que ponerle atención al resultado final de probar la carne con la salsa. Realmente no hay muchos problemas en lo que se refiere a los maridajes con carnes, pero lo que si queda claro es que aquí es muy difícil combinar vinos blancos, por su poca estructura.

A continuación les mencionare algunas referencias en maridajes.

-Vinos blancos secos, jóvenes, frutales y con una acidez fresca: Con ensaladas, salmón ahumado, mariscos (sobre todo vinos muy secos tipo Muscadet), quesos y frutas frescas.
-Vinos blancos con cuerpo, bien balanceado, largo y con añejamiento en barricas: Paté, jamón, langosta, pescados con salsas blancas, carnes frías, ensalada de pollo y quesos ligeros.
-Vinos blancos espumosos secos y frutales: Caviar, salmón ahumado, mariscos, pescados, pollo, pavo, foie gras, tarta de frutas, Mouse frutales y prácticamente con cualquier tipo de alimentos.
-Vinos blancos semidulces ligeros de alcohol: Quiches, pescados con salsas ligeras, pollo, frutas secas, ensaladas frescas, pastel de almendras.
-Vinos blancos dulces y/o generosos en alcohol: Foie Gras frío o caliente, pescados delicados y finos, quesos azules, frutas secas, tarta de manzanas y pasteles frutales.
-Vinos tintos jóvenes, frutales y de cuerpo ligero a medio: Carnes frías, jamón, pato, pavo, quesos ligeros, frutas envinadas.
-Vinos tintos maduros y frutales con cuerpo: Patés, carnes rojas, pato, pescados en salsa de vino, quesos duros, tarta de frutas rojas y postres con chocolate.
-Vinos tintos con estructura, crianza en barrica y largos: Carnes rojas a la parrilla o con salsas, quesos fuertes y cremosos, carnes de caza y postres con frutas rojas.

En general, y lo vuelvo a repetir, el mejor vino para acompañar nuestros alimentos es el que mas nos guste, independientemente del color, peso, calidad, etc., en muchas ocasiones el vino ideal para acompañar el platillo que estamos degustando puede no ser de nuestro agrado, por lo que tal vez los alimento también paguen los platos rotos. A continuación les enlisto algunos maridajes hechos por un Master Sommelier chileno de nombre Patricio Tapia:

-Una carne roja, con grasa, servida con una salsa espesa, debe acompañarse con un vino tinto robusto y pesado, que pueda contrarrestar los embates gastronómicos de ese plato. Ideal un Cabernet Sauvignon Reserva.
-Un salmón cocinado en aceite y bañado por una salsa espesa puede ir acompañado por un Pinot Noir o un Meriot ligero.
-La comida tailandesa, a pesar de ser muy condimentada, no es pesada. En esos casos se recomienda probar con un vino liviano, pero fuertemente aromático, como el Gewürztraminer. Lo mismo aconseja para acompañar un pollo cocinado con curry, jengibre y comino.
-Para una carne roja especiada, prueben con un Merlot joven o con un Malbec.
-Una combinación clásica: el queso roquefort con el vino de Sauternes o un Late Harvest.
-Una tarta de frambuesa, unos duraznos al jugo, un plátano con miel, un flan de leche combinan perfecto con un Late Harvest o un Sauternes.
-Los quesos más ácidos, como los de cabra jóvenes, se complementan muy bien con los vinos de una acidez más pronunciada, como un Sauvignon Blanc de cosecha reciente.
-Para los quesos salados, como el Roquefort o el Stilton inglés se recomiendan los vinos dulces o de estilo Oporto, mientras que un Camembert debe acompañarse por un Cabernet Sauvignon o un Merlot poderoso.
-Los quesos ahumados pueden combinarse con un Gewurztraminer con algunos años.
-Con los quesos frescos, como por ejemplo los de cabra o leche de vaca con especies como finas hierbas, orégano o ajo, el frescor y aroma del Sauvignon Blanc es ideal.
-Los quesos tipo provenzal que son macerados con finas hierbas y aceite de oliva, acompañarlos con un rico pan crujiente y un Cabernet Sauvignon.
-Los mariscos siempre deben ser acompañados de vino blanco, seco de preferencia.
-Los frutos del mar suaves, se complementan bien con vinos jóvenes elaborados con la cepa Sauvignon Blanc.
-Los Mariscos de sabor más intenso, como erizos requieren la intensidad de un vino fortificado y el mejor es el jerez fino muy seco. Si es un vino normal, hay que buscar en los Sauvignon Blanc tipo reserva.
-Para los marisco de sabor “delicado y sutil”, como ostiones o jaiba, se recomienda el Chardonnay.
-Para los pescados grasos de sabores más intensos, como el salmón, la albacora, el atún y el mero, se recomienda Chardonnay reserva, tintos como el Merlot o Sauvignon Blanc reserva.
-El pollo y el pavo asados al grill van bien con Merlot. Si estas carnes van acompañadas de salsas, aderezos o especies que le dan más intensidad de sabor, se debe pasar a Merlot tipo reserva o a un Cabernet Sauvignon.
-El cerdo puede consumirse con tintos suaves, como Merlot, Carmenere, Cabernet Franc, Malbec e incluso Chardonnay si está simplemente hecho a la plancha. Si está condimentado, por ejemplo el costillar, se requiere un tinto con cuerpo como el Cabernet Sauvignon.

Con información de:
http://www.vallartawinefest.com/maridaje.html
Wine Fest Vallarta 22 al 28 de febrero 2009.

domingo, 15 de febrero de 2009

Afincado Malbec


Bodega: Terrazas de los Andes
País: Argentina
Región: Mendoza
Tipo: Tinto
Nota de Cata:

Dominan las notas de ciruelas secas, tabaco amarillo, frambuesa y mora. Al removerlo su tope de regaliz negro, jalea, y notas sutiles de caramelo, se añaden al elegante complejo de aromas. De cuerpo y estructura grande, bastante redondo. El dulce, suculento tanino y una acidez balanceada añaden un toque de frescura. En el paladar medio, sabores de jalea de mora y habanos; permanecen a lo largo del final.

Variedades: 100% Malbec

Consumo Optimo: Este vino se toma bellamente en un principio, pero evolucionará si se deja reposar. Puede añejarse de 15 a 20 años.
Sugiero decantarlo 1 hora antes del servicio.

martes, 28 de octubre de 2008

Combinación Carne y Vino


Por regla general, el Vino Tinto está indicado para todas las carnes y es un matrimonio perfecto. Por ello, aquí lo que debemos de intentar, es buscar el tinto ideal según el tipo de carne que comamos.
Cuanto más fuerte sea la carne más fuerte debe ser el vino. Aquí les pongo unas recomendaciones más concretas:

- Con la ternera podemos tomar un rosado. La ternera a la brasa o el pollo combinan muy bien con el blanco seco.
- Un cochinillo por ejemplo necesitará un buen tinto, cargado de taninos, de preferencia un Gran Reserva.
- Con el cerdo requerimos de tintos secos, con cuerpo.
- Por su parte el cordero podemos acompañarlo de un tinto también con cuerpo, los vinos de la Ribera del Duero le van de maravilla al cordero.
- El pato por ejemplo a la naranja marida con un Gran Reserva (Francia de preferencia).
- Callos a la madrileña con un tinto ligero.
- Pollo con salsa elaboradas, tinto ligero.
- Pavo, tinto reserva con cuerpo, de preferencia.
- Jabalí, tintos aterciopelados, La Rioja o la Ribera del Duero le va muy bien.
- Carnes asadas, cortes, Bifes, Parrilladas, con Argentinos, Uruguayos o Mexicanos. Con cuerpo y Reserva.
- Codornices, tintos perfumado y seco. Vinos españoles de La Rioja o de La Mancha le van muy bien.
- Lacón con Grelos, vinos Gallegos, Ribeiro.

Vinos para Aves y Carnes Blancas: blancos secos, rosados, tintos ligeros.
Carne Roja: Tintos con cuerpo o ligeros.
Vinos para Caza: Tintos con cuerpo.

Para que la combinación de la carne con el vino sea un éxito, la calidad de ambos debe ser similar. Las carnes muy ricas que han sido aderezadas necesitan un vino con cuerpo y de preferencia envejecido. (Crianza, Reserva, Gran Reserva)
Conviene recordar que durante la degustación de un plato concreto no es conveniente cambiar el tipo de vino.
Saludos a todos...

domingo, 12 de octubre de 2008

Queso y Vino...


Este artículo se lo dedico a todos nuestros amables lectores de este blog, que con sus sugerencias nos ayudan a mejorar y a tratar los temas de su interés. Uno de esos temas, que me han solicitado es la relación y maridaje queso-vino.
Hay que decir que la combinación entre quesos y vinos es especialmente delicada, porque existen muchos vinos y variados quesos y no todos armonizan con todos.
Los quesos según la cantidad de materia grasa que tengan, se clasifican en: doble grasos, extragrasos, grasos, semigrasos y magros.
Para conseguir maridajes acertados, es necesario tener presentes las siguientes orientaciones:
  • Los vinos blancos armonizan mejor con el queso que los tintos.
  • Los rosados combinan muy bien con quesos blandos o frescos.
  • Los vinos con crianza y fuertes armonizan con quesos aromáticos o ahumados.
  • Los espumosos acompañan bien a los quesos enmohecidos y de pasta blanda.
  • Los vinos dulces armonizan con pocos quesos, pero destacan con los azules.
  • Los vinos tintos y los champagnes se reservan para los quesos fermentados o azules.
Por lo tanto, podemos decir que los vinos ideales para quesos son:
Quesos frescos, vinos blancos y rosados dulces.
Quesos semiduros, vinos blancos, tintos ligeros, secos y afrutados.
Quesos azules, tintos jóvenes, Pedro Ximénez y Moscatel.
Quesos duros, tintos con cuerpo de buenas añadas.

Algunos ejemplos de maridaje:
Queso Brie, tinto y blanco con cuerpo, champagne u oporto.
Gruyere, pinot noir.
Roquefort, tinto seco, Chanti.
Emmental, Tinto o rosado frutoso, champagne.
Edam, Champagne, oporto.
Feta y Fontina, Tinto ligero y blanco frutoso.

Espero que estos criterios, nos ayuden al elegir el vino ideal para nuestro queso (o viceversa)  y de esta forma poder disfrutar ambos al cien por ciento.

viernes, 3 de octubre de 2008

Algunas pautas generales para combinar comida y vino...


El vino ha acompañado a la comida durante miles de años. Mientras los refrescos tienen un sabor artificial y los licores apagan los sabores, el vino se revela muy valioso gracias a su moderado contenido de alcohol, su acidez fresca y su variedad de sabores. Se pueden disfrutar de muchas combinaciones de comida y vino si se conocen algunas parejas exitosas que han superado la prueba de los paladares y el tiempo, a esto se le conoce como Maridaje.

Para maridar bien, ya se trate de elegir una botella para acompañar una comida preparada, o de seleccionar distintos vinos para una cena formal, hay pautas básicas que debemos considerar:
  • Decide cuál será el sabor dominante de la comida y elige un vino para acompañarlo.
  • Selecciona un vino que le corresponda al peso y fuerza de la comida. Las comidas con mucho sabor requieren vinos de gran cuerpo y sabor. Los platos ligeros, por su parte, se apagan con vinos que tengan mucho tanino o sabor, así que requieren vinos suaves. Los blancos de cuerpo poseen fuerza y peso similares a los de un tinto ligero, por lo que ambos funcionan igual de bien con platos como el atún a la plancha o el pavo asado.
  • La comida dulce se acompaña con vinos dulces, incluso, comidas como la Tailandesa que tienen una gran cantidad de azúcar podemos acompañarlas con un Blanco Alemán como el Riesling.
  • Los taninos de los vinos tintos saben más suaves al acompañarlos con carnes rojas, por ese motivo es tan típica esta combinación, por ejemplo, Ternera con un Burdeos de Francia, Cordero con un Rioja Español.
  • Mientras más complicado es un platillo, mas difícil es obtener el vino que le acompañe.
  • Si vas a servir un vino de alta calidad, adapta la comida a éste y no al contrario, es decir, primero elegimos el vino, después lo que comeremos. Los platos sencillos nos ayudan a que el vino sea el gran protagónico en la mesa.
  • Un consejo personal, intenta combinar los vinos de cierta región o país con la comida de esa región o país, para mi gusto no hay mejor compañero de un Mole Poblano que un vino mexicano (casa madero shiraz, por ejemplo), o de un asado argentino un Malbec de Mendoza.
Mas adelante hablaremos de maridajes mas específicos y trataré de recomendarles los que más me han gustado.