jueves, 2 de octubre de 2008

¿Cómo catar un vino?


Hoy veremos un aspecto más práctico del mundo de los vinos, es decir, la cata. Hay algunos aspectos que destacar y que son esenciales para que el probar un vino sea una experiencia. Lo primero es verificar la temperatura del vino y las copas en las cuales vamos a catarlo para poder obtener todos sus sabores, olores, colores etc...
Lo ideal es probar el vino en una habitación sin olores, con iluminación natural. Lo que haremos al tener el vino ya en la copa será lo siguiente:

  • Mirar, esto nos dará ideas a cerca de su carácter, fíjate en el color y comprueba que el vino esté claro, si está turbio puede ser un defecto. En los tintos debemos alejar el vaso o copa y contrastarlo con un fondo blanco para inspeccionar el borde del líquido para ver bien el color. Cuando un tinto envejece cambia de un púrpura brillante a un pardo rojizo, y después a marrón. Si un tinto está marrón probablemente ya caducó. Un blanco si tiene un dorado intenso puede indicar que envejeció en roble, pero también puede tratarse de un vino dulce o maduro.
  • Oler, es el paso más importante de la cata, huele delicadamente tu vino, haga girar ligeramente la copa para que desprendan los olores y huele de nuevo. Verifica si son aromas tenues, o fuertes, ¿te sugieren algún sabor?, ¿te recuerdan a algo?. Trata de detectar olores a frutas, o a flores, cuero, ¿algún olor le domina?. Los vinos complejos y de más calidad nos regalan mayores olores. ¿Te gusta cómo huele?.
  • Probar, en esta fase confirmamos lo que hicimos con la naríz, ingiere un pequeño sorbo y reténlo en la lengua, si estrechas los labios y tomas un poco de aire por la boca puede aumentar el sabor. Esto requiere de práctica, fíjate en el dulzor con la punta de la lengua, ¿es seco, es dulce, es medio?. ¿Tiene cuerpo o es ligero? ¿Reconoces algún sabor en particular? ¿Perdura en tu boca?, mientras más permanece mejor es el vino.
Los defectos más comunes que pueden existir en un vino son:
  • Elaboración pobre, si es muy ácido, con taninos muy marcados o sabor roble, sin sabores afrutados.
  • Óxido, se sobreexpuso al oxígeno y sabe a vinagre. Esto sucede si no estuvo bien cerrado o se le dejó mucho tiempo sin abrir y también, si lo dejamos en la botella abierto.
  • Sabor a corcho, es el más común de los defectos, lo causa el moho que se desarrollan en los corchos y contaminan el vino. huele a humedad y carece de sabores afrutados.
  • Sulfuro, todos los vinos tienen sulfuro que actúa como conservante, si se añade demasiado el vino adquiere un olor a caucho.
Catar un vino supone de práctica y experiencia, lo más recomendable es comenzar con consejos como estos o bien acudir a algún seminario para que nos guíen en la experiencia...
Poco a poco desarrollamos la habilidad y con el tiempo podemos dar mayores explicaciones acerca de un vino, si es joven, afrutado, seco, medio, a qué huele, su estructura en fin; en catar un vino, como en todo, la experiencia es la diferencia...

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